La Balanza
Shhhhh...
...no se lo digas a nadie
ir a la pasteleriaMe llamo Ana, mis días huelen a galletas, mantequilla y chocolate.
tartas
cookies
broOkies
Mamá, he encontrado un negocio
que te haría feliz
La idea de abrir una tienda de cookies surgió a raíz de un viaje de mi hija Raquel a Inglaterra con el colegio. Cuando volvió me dijo: «mamá, he encontrado un negocio que te haría feliz». Y ahí comenzó la aventura.
Tomamos en familia la decisión de dejar mi trabajo y organizamos una escapada a Londres para visitar todas las tiendas de cookies de la ciudad. Y así lo hicimos, en plan “espionaje industrial”: Raquel y yo rastreamos Londres, rellenamos fichas que habíamos preparado, una por negocio: fotos de producto y local, cata, especialidades, cookies más vendidas, packaging…
Al poco tiempo, con la ayuda de un programa llamado “Erasmus para emprendedores”, me fui unos meses a La Toscana a trabajar en la pequeña “Pasticceria de Beatrice” para aprender el oficio.
La aventura no había hecho más que empezar. La primera noche, sola en Roma, lloré sintiendo que había abandonado a mi familia, pero el pueblecito de Pistoia me arropó con dulzura, conocí gente maravillosa y aprendí los secretos de un obrador. Iba a todas partes en bicicleta y aproveché cada instante para ser feliz. Aprendía italiano con entusiasmo sin dejar de pensar en mi futuro negocio en Santander, ni siquiera cuando dormía.
Mi primerObrador
La locura continúa...
...abrí el primer obrador de La Balanza en 2016. Era un local diminuto pero lleno de encanto, que acogió a un negocio en pañales y le ayudó a crecer despacio, paso a paso, galleta a galleta.
Y resulta que un día, una cookie dorada y regordeta, se enamoró de un fornido brownie y pasó lo que tenía que pasar… se unieron en un solo ser y formaron un precioso brookie. Desde entonces cookies y brookies compiten por ser los top ventas de La Balanza.
Mi nuevoObrador
El primer obrador se me quedó pequeño así que, después de 5 años, decidí buscar un local más grande. Nos trasladamos en abril de 2021 a la C/Valliciergo de Santander, donde trabajamos ahora mismo. Tenemos más espacio y podemos atender más encargos. Ha sido un enorme paso hacia delante, y todo gracias a vosotr@s, de eso no hay duda.
Trabajamos igual que una madre lo hace en la cocina de su casa. En La Balanza cocinamos de forma tradicional, con maquinaria sencilla, con huevos de verdad, mantequilla local, harinas puras, chocolate auténtico… así que déjanos que te cuidemos,
TÚ SÓLO DISFRUTA.